Estos trágicos hechos son un desesperado grito de socorro. En un intento por suprimir los derechos de los tibetanos, las poderosas fuerzas de seguridad chinas están golpeando brutalmente y haciendo desaparecer a monjes, sitiando sus monasterios, e incluso matando a personas ancianas que tratan de defender a los monjes. Asimismo, China mantiene un estricto bloqueo que impide el acceso a la región. Pero si logramos convencer a gobiernos clave a que envíen sus representantes diplomáticos a la zona para desenmascarar esta creciente brutalidad, podremos salvar muchas vidas.
SUS ORACIONES Y FILOSOFÍA SON VIDA PARA EL PLANETA Y PARA TODOS LOS SERES VIVOS QUE LO HABITAN. CUANDO MUERE UN MONJE TIBETANO, MUERE UN ÁNGEL, UN SER EVOLUCIONADO, REALIZADOR DEL AMOR Y LA LUZ QUE ESTAMOS DESTINADOS A SER POR EVOLUCIÓN.
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